El pianista franco-húngaro Gyorgy Cziffra (1921-1994). Su relación con Joan Miró: los vitrales de Saint-Frambourg-de-Senlis (desde 1973).
Gyorgy (Georges al afrancesar su nombre) Cziffra (Budapest, 5-XI-1921-Senlis,17-I-1994). Famoso pianista húngaro especializado en Franz Liszt, residente desde 1953 en Francia, donde se exilió definitivamente desde 1956 debido a la invasión soviética. Era amigo de Maeght y Miró, y como tal asistió el 22 de julio de 1968 a su homenaje en Saint-Paul-de-Vence.
Promovió la Fondation Gyorgy Cziffra, constituida finalmente en 1975, que concluyó en noviembre de 1976 la restauración del edificio medieval de la Colegiata de Saint-Frambourg-de-Senlis, una antigua Capilla Real donde en el siglo X el conde Hugo Capeto fue elegido rey de Francia, para que sirviera como sede de su proyecto de un centro de las artes. En vez de encargar unas vidrieras neorrománicas o neogóticas se pensó en un conjunto de 24 vitrales para la gran sala de actos culturales, que se realizaría por fases.
El artista catalán aceptó el encargo de la primera fase, de ocho vitrales, hacia 1973 y entregó los primeros dibujos del proyecto en 1976. El vidriero francés Charles Marcq realizó tres vitrales en 1977 y se inauguraron el 22 de septiembre de 1979. Tras la muerte de Miró, Marcq terminó otros cinco, que entregó en 1986-1987. Al proyecto, pues, le faltan 16 piezas, cuyas maquetas al parecer nunca le fueron encargadas, probablemente (más que en atención a su edad) debido al retraso de la asignación presupuestaria por el ministerio de Cultura, aunque el artista estaba predispuesto a hacerlas gratuitamente.
Miró declara respecto a este asunto:
‹‹He buscado nuevos caminos de expresión al margen de la pintura: cerámica, escultura, tapices, mosaicos, grabados. Siempre me hizo ilusión hacer vidrieras de color. Por fin lo he conseguido. El pianista Cziffra compró en la localidad francesa de Senlis la capilla real, que la hacían servir de garaje. Es una iglesia gótica soberbia. La mandó restaurar para convertirla en un importante centro de actividades culturales. Cziffra me pidió que hiciera ocho vidrieras. Estoy muy satisfecho de trabajar en ello. Me apasiona realizar obras que están en lugares públicos.›› [Permanyer, L. Revelaciones de Joan Miró sobre su obra. El gran artista catalán que cumple 85 años. “Gaceta ilustrada”, 1.124 (23-IV-1978) 45-56. cit. Rowell. Joan Miró. Selected Writings and Interviews. 1986: 294. / Rowell. Joan Miró. Écrits et entretiens. 1995: 312. / Rowell. Joan Miró. Escritos y conversaciones. 2002: 382-383.]
Borrás (1984) explica la evolución de esta obra:
‹‹El célebre músico y pianista Cziffra le encargó los vitrales para la antigua capilla real de Saint-Frambourg en Senlis, que había adquirido del Estado francés con el propósito de restaurarla y convertirla en un auditórium de su fundación. Madame Cziffra, que esperaba con interés y su proverbial cordialidad la anunciada visita de las primeras personas del país de Miró que acudían a Senlis expresamente para ver sus vitrales, contó con gran detalle y entusiasmo todo el proceso. Desde el día en que Pilar y Joan Miró viajaron a Senlis para que el pintor pudiera conocer la capilla real que si bien tenía ilustrísimo origen e historia (fundada por la reina Adelaida, esposa de Hugo Capeto, fue reconstruida en puro gótico Ile-de-France en los siglos XII y XIII) se hallaba entonces, en 1973, en el más deplorable de los estados, habiendo servido de almacén y garaje durante una serie muy larga de años. Las fotos de la época nos revelan hasta qué punto el estado del templo en ruinas era lamentable, hasta dónde había llegado su degradación cuando Joan Miró fue a visitarlo. Era el mes de noviembre de un invierno particularmente frío. Miró tenía ochenta años y consiguió vencer la resistencia de su esposa y amigos a dejarle solo en el inhóspito lugar diciéndoles: “Mi responsabilidad es enorme. Hace veinte años que sueño con hacer un vitral y esta es mi primera gran oportunidad. Además se trata nada menos que de una capilla real, que llamáis ‘le berceaux de la France’.” Permaneció allí, olvidando el frío y la incomodidad, más de una hora, a solas consigo mismo, realizando mentalmente el proyecto. Luego, y según su costumbre, dejó madurar la idea. Tres años después, en 1976 entregaba los cartones al célebre vidriero francés Charles Marcq, con quien Miró se compenetró profundamente, para que realizara el triple vitral de la pared occidental del templo, siempre bajo su supervisión directa. Es importante destacar en primer lugar que no se trata en absoluto de una pintura convertida en vitral, sino que Joan Miró, a su avanzada edad, estudió a fondo las características que el trabajo con tan delicado material requería y siguió de cerca todo el proceso, con el entusiasmo que era en él innato y que jamás perdió.
El resultado fue ese soberbio vitral triple que corona hoy la capilla real más uno de los oculi que según el propio Miró explicó, por estar destinados a un auditórium donde habían de celebrarse fundamentalmente conciertos, había basado la composición plástica en el ritmo musical, en la danza, eligiendo para ese triple vitral, colores brillantes que destacan, alegres, del azul nocturno del fondo. Se trataba de la primera fase de un ambicioso proyecto y la extraordinaria calidad plástica de aquellos vitrales ganó el apoyo incondicional del Ministerio de Cultura francés. Joan Miró, por su parte, además de hacer donación de los cartones a la Fundación Cziffra (...) hizo saber que estaba dispuesto a ceder las 21 maquetas correspondientes a los restantes ventanales ojivales de la capilla real. Sólo pudo realizar los cinco del coro.›› [Borràs, Mª L. Los vitrales de Joan Miró. “La Vanguardia” (2-XII-1984).]
Dupin (1993) explica el proyecto de cinco vitrales para la Fondation Cziffra, con el conocido tema de la “escalera de evasión”, cuya inauguración se atrasará a 1987 debido a la tardanza de las subvenciones del gobierno francés:
‹‹La escritura de Miró, su trabajo de la superficie y su división de la forma en fragmentos de color puro contrastado, su composición plana dividida con precisión, como un contrapunto musical, estaban muy cerca de las posibilidades y de las sujeciones de la vidriera. Miró, encantado de su primera experiencia con Charles Marcq, agarró al vuelo la percha que le tendió Georges Cziffra en 1975. El gran pianista había decidido, en el marco de una fundación destinada a ayudar a los jóvenes intérpretes, restaurar la capilla real Saint‑Frambourg, en Senlis, cerca de París, convertida en garaje. Se emprendió, a incitación suya, la realización de las tres vidrieras. Tres altos y estrechos ventanales, tres composiciones verticales que sugieren el conocido tema de la “escalera de la evasión”. Aquí también tenemos un fondo azul muy pasado a la brocha, muy vivo, sobre el que vuelan y se superponen formas figurativas y abstractas. Formas en dameros de colores, angulosas e imprevisibles. Siguieron otras cinco vidrieras para el coro, que para armonizar con las tres primeras, aunque permaneciendo en un tono menor, fueron concebidas en blanco y negro sobre fondo azul. Siendo la administración lo que es, esa administración que autoriza y da los créditos, las diez vidrieras no pudieron ser instaladas e inauguradas hasta diez años después que las primeras y cuatro años después de la muerte del pintor.›› [Dupin. Miró. 1993: 401-402.]
Víctor Nieto Alcaide (1998) comenta sobre las vidrieras de Miró para Senlis:
‹‹(...) Miró entregaba en 1976 los cartones al vidriero francés Charles Marc [Marcq]. Se trata de unas vidrieras en la que se aprecia una clara traducción a un soporte translúcido de las formas dinámicas características de la pintura de Miró. El conocimiento universal de su obra determina que ante estas vidrieras se establezca inmediatamente una identificación con las imágenes de su pintura. Unas imágenes que el pintor desarrolló con insistencia, además de en la vidriera, en otras artes como la cerámica.›› [Nieto Alcaide, Víctor. La vidriera española. 1998: 327.]
Miró, empero, murió sin poder terminarla, y así, de los 24 vitrales programados sólo se instalaron en su vida tres, el 22 de septiembre de 1979. Miró pudo concluir el proyecto de Senlís para otros cinco vitrales, los del coro, finalizados póstumamente, por lo que resultan en total ocho obras de extraordinario impacto emocional y formal. Hay una referencia que sugiere que probablemente los tres primeros vitrales fueron utilizados para decorar el salón del festival de música Franz Liszt, en París, a finales de 1979; el tema era una evocación de la música y la danza, con formas en movimiento sobre un fondo azul, pero no hay certeza de que no sean las dos piezas del doble vitral de la Fondation Maeght, que también tienen un fondo azul. [Agencia EFE. Vidrieras de Miró para un festival de música. “El País” (27-IX-1979).]
Considero que para este encargo y el de la vidriera para la Fondation Maeght en Saint-Paul-de-Vence, Miró realizó dos pinturas [DL 1863-1684] del mismo formato, tema y definición, novedosas por el soporte del vidrio. Son afines la austeridad de la paleta, los fondos azulados celestes, los grafismos potentes y amplios, que se corresponden con los recursos técnicos propios del vitral.
Pintura (c. 1977) o Peinture es un óleo sobre vidrio (20,5 x 16,5) [DL 1863]. El personaje delimitado en blanco se apoya en una trama de bandas grises rellenas de puntillados marrones y rojos.
Pintura (c. 1977) o Peinture es un óleo sobre vidrio (20,5 x 18,5) [DL 1864]. El personaje delineado en blanco parece flotar en un paisaje celeste recorrido por regueros de azul ultramar y negro de un efecto impresionista (fondos parecidos los vemos en el último Santiago Rusiñol y Joaquim Mir).
Fuentes.
Internet.
Documentales.
Documental con entrevistas y vistas del la fundación Cziffra. 12 minutos. Hay copia en YouTube, a través del canal público Ina.fr. Hay otro documental en YouTube, de la misma procedencia (pero acceso más rebuscado), con entrevistas a Cziffra y Miró. 13 minutos.
Libros.
Dupin. Miró. 1993: 401-402.
Nieto Alcaide, Víctor. La vidriera española. 1998: 327.
Artículos.
Permanyer, L. Revelaciones de Joan Miró sobre su obra. El gran artista catalán que cumple 85 años. “Gaceta ilustrada”, 1.124 (23-IV-1978) 45-56.
Agencia EFE. Vidrieras de Miró para un festival de música. “El País” (27-IX-1979).
Borrás, Maria Lluïsa. Los vitrales de Joan Miró. “La Vanguardia” (2-XII-1984).
Serrou, Robert. Cziffra joue pour les oeuvres de son Temple des Arts. “Paris Match”, 1.434 (19-XI-1976) 38-39.
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